Asturias y Galicia: Frixuelos - frisuelos - filloas - freixós
Los frixuelos o frisuelos son principalmente nombrados en la región de Asturias, mientras que filloas o freixós en la región de Galicia. Su receta básica es similar, aunque hay algunas pequeñas diferencias que contare más adelante en este texto.
Equipment
- Bowls
- Sartén
- Batidor de mano
Ingredientes
- 200 gr Harina
- 500 cc Leche
- 4 Huevos
- 1 cda Azúcar
- 1 cda Cognac o Anís
- 1 pizca Sal
- 1 Ralladura de limón o naranja
- C/N Aceite de oliva o girasol
Para Filloas
- 250 cc Leche
- 250 cc Agua
- Se pueden usar solamente agua a medida 500 cc
- No llevan bebida alcohólica
Filloas: En el caso de querer una preparación salada se puede reemplazar la leche por caldo (preferentemente de cerdo, previamente desgrasado) También al momento de freírlos en lugar de utilizar aceite se puede frotar la sartén con un pedazo de tocino.
Elaboración paso a paso
- Batir los huevos, agregar la leche y el coñac o anís.
- Agregar el azúcar, la pizca de sal y la ralladura del cítrico elegido. Revolver.
- Incorporar a estos líquidos la harina, revolviendo constantemente para lograr una consistencia lisa, no espesa, sino ligeramente densa.
- Precalentar sartén preferiblemente antiadherente y ligeramente engrasada con el aceite.
- Verter un poco de la preparación y distribuirla uniformemente por toda la superficie de la sartén. Deben quedar unos panqueques bien finitos.
- Cocinarlos de ambos lados.
- Generalmente se los acompaña con miel, alguna compota de frutas, espolvoreados con azúcar impalpable o alguna mermelada.
- La versión salada admite todo tipo de rellenos desde el de elaboración simple como un arrollado con jamón ibérico y queso, hasta rellenos de verdura y/o carne como canelones.
Notas
FRISUELOS - FRIXUELOS - FAYUELOS - FRIJUELOS - FILLOAS - FREIXOS
Son casi la misma preparación, según la región o comunidad en la que se la elabora, respetando la tradición ancestral familiar. Abarcan la región de Galicia y de Asturias, extendiéndose por Cantabria, y norte de Castilla y León.
Estos panqueques se elaboraban únicamente para Carnaval, fecha que comprendía desde el jueves de las Comadres hasta el martes de carnaval.
La celebración de las Comadres consta de una reunión femenina con fines lúdicos.
No hay registro cierto acerca de cuándo se inició esta tradición, lo que sí podemos afirmar es que en otras épocas la harina y los huevos escaseaban y se los conseguía en algunas ferias, por ello hacer esta preparación era únicamente para estos días festivos.
Las cocinas de antaño no tenían el confort de las actuales. Generalmente, se cocinaba en un caldero con vajillas de hierro, donde regular la temperatura para la cocción era muy difícil. Además, las sartenes que se utilizaban eran muy gruesas, pesadas, y para cocinar estos frisuelos no era una tarea sencilla. El poder degustarlo con un poco de azúcar tampoco era para muchos, ya que debían tener un cierto poder adquisitivo para conseguirla. En algunas regiones añadían un vaso de sangre de cerdo, reemplazando muchas veces a la leche. La materia grasa que se utilizaba para su cocción también provenía del cerdo.
Con el correr del tiempo las recetas fueron ajustando al paladar y tradición del lugar, y si bien podemos ver algunas diferencias (mínimas), podemos decir que se diferencian del panqueque o crepe con el agregado de ralladura de limón o naranja, y según la región también se adiciona a la receta anís. Lo más tradicional es comerlos calientes solamente con el espolvoreado de azúcar.
Ahora podemos degustarlos todo el año, como postre acompañado de compotas, chocolate, crema pastelera, nata montada. Pocas veces se lo consume como preparación salada.
No hay registro cierto acerca de cuándo se inició esta tradición, lo que sí podemos afirmar es que en otras épocas la harina y los huevos escaseaban y se los conseguía en algunas ferias, por ello hacer esta preparación era únicamente para estos días festivos.
Las cocinas de antaño no tenían el confort de las actuales. Generalmente, se cocinaba en un caldero con vajillas de hierro, donde regular la temperatura para la cocción era muy difícil. Además, las sartenes que se utilizaban eran muy gruesas, pesadas, y para cocinar estos frisuelos no era una tarea sencilla. El poder degustarlo con un poco de azúcar tampoco era para muchos, ya que debían tener un cierto poder adquisitivo para conseguirla. En algunas regiones añadían un vaso de sangre de cerdo, reemplazando muchas veces a la leche. La materia grasa que se utilizaba para su cocción también provenía del cerdo.
Con el correr del tiempo las recetas fueron ajustando al paladar y tradición del lugar, y si bien podemos ver algunas diferencias (mínimas), podemos decir que se diferencian del panqueque o crepe con el agregado de ralladura de limón o naranja, y según la región también se adiciona a la receta anís. Lo más tradicional es comerlos calientes solamente con el espolvoreado de azúcar.
Ahora podemos degustarlos todo el año, como postre acompañado de compotas, chocolate, crema pastelera, nata montada. Pocas veces se lo consume como preparación salada.